Cuando juegan Boca Juniors y River Plate no sólo se paraliza la República Argentina, sino que los aficionados de todo el continente vuelcan sus ojos durante dos horas sobre Buenos Aires para seguir por televisión o por radio las transmisiones de este partido de fútbol tan especial.
Los tradicionales adversarios se enfrentarán este domingo, desde las 17.15, hora boliviana, en La Bombonera, el mítico estadio de los boquenses.
Ambos no se hallan en su mejor momento futbolístico precisamente. Los riverplatenses dan la impresión de que, pese a haber transcurrido un año desde su regreso a la Primera división argentina, todavía no encuentran su espacio en esa categoría.
Los auriazules no tienen un plantel de jerarquía y, por el momento, tienen a un veterano cascarrabias y huraño --Juan Román Riquelme-- como su líder y el equipo no da respuestas futbolísticas y anímicas.
Éste, inclusive, parece ser que, por su edad y su disposición humana, el último de los clásicos en los que participará Riquelme, quien ya tiene 36 años y muchas lesiones a cuestas.
Lejos del primer puesto, un empate alejará definitivamente a los dos de la lucha por el título, mientras que si hubiera un perdedor, éste arrastrará una pésima campaña hasta que finalice el certamen en juego.
Puede que el ganador no se corone campeón pero, al menos, habrá salvado la temporada, pues ganar el clásico es una satisfacción muy especial.
Por ello, el técnico de River Plate aseguró ayer que una victoria de su equipo "nos dejaría ahí arriba, con un gran impulso anímico para lo que viene".
A su turno, Carlos Bianchi, entrenador de Boca Juniors, señaló que "los partidos importantes no hay que jugarlos antes sino cuando llega el momento. Tenemos que guardar todas las energías sabiendo que el domingo tenemos que dar el mil por ciento. Yo tengo que formar el mejor equipo para tratar de que juguemos bien y ser superiores a River Plate, no me puedo fijar en la formación de ellos".
Precisamente, River y Boca echaron mano de dos históricos técnicos triunfadores para enmender, sin éxito, una trayectoria que no había sido ni es la mejor.
LOS PROBABLES EQUIPOS. De acuerdo con lo observado en los entrenamientos del jueves, los dos entrenadores decidieron ya cómo formarán sus equipos, aunque mantienen las alineaciones como si fueran secretos de Estado, vale decir, bajo absoluta reserva.
Sin embargo, se puede adelantar que Boca Juniors presentará a Agustín Orión, en el arco; Hernán Grana, Juan Forlín, Daniel Díaz y Emanuel Insúa, en la defensa; Cristian Erbes, Fernando Gago, Juan Sánchez Miño, en el medio campo; Juan Román Riquelme, enganche; Juan Manuel Martínez y Emmanuel Gigliotti, en la delantera.
Entretanto, se espera que Díaz ordene las actuaciones de Marcelo Barovero, en el arco; Gabriel Mercado, Jonathan Maidana, Éder Álvarez Balanta y Ramiro Funes Mori, en la defensa; Carlos Carbonero, Cristian Ledesma y Ariel Rojas, en el medio campo; Manuel Lanzini, enganche; Fernando Cavenaghi y Teófilo Gutiérrez, en el ataque.
Como se puede observar, aún a contramano de la corriente en boga, los dos entrenadores optarán porque uno de sus dirigidos se desempeñe como enganche, el tradicional número 10.
El juez internacional Néstor Pittana tendrá bajo su responsabilidad la conducción de este compromiso oficial, que será seguido por millones.
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